Textil trenzado en fibra vegetal (Stipa ichu),plata, acero sobre muro. 350 cm x 12 cm de diámetro aprox.

Repisa de madera con hojas de plátano cobrizadas y pasta de maíz sobre muro. 14cm x 40 cm x 20 cm.

Vídeo HD monocanal, duración 10´22”

2012


STIPA ICHU es el nombre científico del pasto nativo del altiplano andino hoy casi extinto.  Con esta fibra trenzada unían las cañas de bambú andino para la construcción  de cielos rasos en la colonia. Hace 15 años recuperé de una demolición  de una de estas casonas españolas, ese material que había permanecido varios siglos bajo capas de pañete.

Como en una especie de  ejercicio arqueológico guardé esos tejidos elementales como algo precioso porque hablan de sistemas constructivos del pasado y del trabajo de manos indígenas,  posiblemente de ancianos y niños , casi en condición esclavista y mal remunerados.

Usé la plata para hacer una homenaje al trabajo de esos seres anónimos, quienes con él  contribuyeron al progreso de otros.

El barrio de La Candelaria fue el enclave de las castas españolas en el periodo colonial y es de él de donde provienen.

El video es de una acción donde tiño mis manos con arcilla rojiza para hacer que parezcan las de los campesinos indígenas del altiplano asumiendo así mi identidad racial. En la acción tejo una trenza que anudo con hilos de plata.

La tercera pieza de la instalación es un ensamblaje de hojas de plátano que ha servido de soporte en la alimentación popular latinoamericana desde antes de Colón y unos prismas de harina de maíz.

Miguel Ángel Rojas.

For Bread

Textile made from braided plant fibers (Stipa ichu), silver, steel, on a wall
11 1/2 feet x approximately 1 foot diameter
Wooden shelf with coppered banana-palm leaves and corn paste on a wall
5 1/2 x 15 3/4 x 8 inches
Single-channel HD video, duration 10 min. 22 sec.


Stipa ichu is the botanical name of a grass native to the Andean Altiplano but now on the verge of extinction. The fiber was braided to join Andean bamboo poles for the construction of colonial ceilings. Fifteen years ago, following the demolition of one of these Spanish mansions, I recovered some of this material which had been covered in layers of plaster for centuries.

In a kind of archaeological exercise, I preserved these rudimentary weavings as precious objects, because they speak of the construction systems of the past and the work of indigenous hands, perhaps even of the elderly and of children, for extremely low wages, and even in conditions of slavery.

I used silver in homage to the labor of these anonymous workers, which contributed to the advancement of others.

The district of La Candelaria was the enclave of Spanish castes during the colonial period, and this is where the materials were found.

For the video, I dye my hands with red clay to make them look like the hands of indigenous farmers on the Altiplano, thus altering my racial identity. The action consists of me plaiting the fibers which I then tie with silver thread.

The third piece in the installation is an assemblage of banana leaves, which have been used as a support for Latin American popular cuisine since pre-Columbian times, and some prisms made from corn flour.

Miguel Ángel Rojas

Translated by Michelle Suderman.